sexta-feira, 17 de outubro de 2014

PROPUESTA LITURGICA PARA EL CULTO 

DE LA REFORMA

OCTUBRE DE 2014

“VIDAS MOLDEADAS EN COMUNIÓN


Material necesario: pequeños vasos de cerámica, que serán distribuidos a la entrada de la Iglesia. Dentro de ellos puede ser colocado un versículo bíblico de acuerdo con el tema del Culto o la oración de confesión de pecados de Martin Lutero.

Preparación del ambiente: delante del altar, vasos de cerámica de diferentes formas y tamaños.


LITURGIA DE ENTRADA
Preludio

Bienvenida

L: Buenos días/tardes/noches!
Celebramos en este culto la historia de la Iglesia Luterana, oriunda del Movimiento de la Reforma, en el siglo 16.  Muchas manos contribuyeron para que la Iglesia Cristiana fuera reformada y pudiera estar constantemente orientada por la Palabra de Dios, que nos libera para amar y servir.
A partir de la Reforma es posible afirmar que “de Dios nada se compra; todo se recibe! Por gratitud, por poder servirle con alegría!”  Así también, Martín Lutero, Catalina Von Bora y tantas otras personas, sirvieron a Dios a lo largo de la historia de la cristiandad!
Somos personas moldeadas diariamente por Dios, el gran Alfarero, para que tengamos vida de comunión, vidas que promueven paz, justicia, civilización y respeto donde vivimos.
Así celebramos este culto con alegría, dando gracias a Dios por las vidas que fueron moldeadas por Dios para actuar antes, durante y después de la Reforma de la Iglesia.
Agradecemos por nuestras vidas que son moldeadas para vivir en comunión al servicio del Trino Dios, dentro y fuera de la Iglesia!

Saludo  (en pie)
L: Que la gracia y el amor de Dios, que es vida; la fuerza y el coraje del Espíritu de Sabiduría; y la paz y la misericordia del Cristo Resucitado, estén con nosotros.  Amén!

Canto: ___________________________________________________

Oración de Confesión de los pecados
(Durante la oración cada persona sostiene el vaso en sus manos)

C: “Mira, Señor, soy un vaso que necesita ser lleno. Mi Señor, llena el vaso, pues soy una persona débil en la fe.  Fortaléceme, pues soy una persona fría en el amor.  Anímame para que mi amor transborde para el prójimo.  No tengo fe sólida y fuerte, porque soy una persona  llena de dudas, y así no logro confiar en ti enteramente.
Oh Señor, ayúdame, haz crecer mi fe y confianza.  Todo lo que tengo se encierra en Ti.  Yo soy pobre, Tú eres rico y viniste para recibir en misericordia a las personas pobres.  Yo soy persona pecadora, Tú eres justo.  Conmigo está la enfermedad del pecado, en Ti está la plenitud de la justicia.  Por eso quiero estar contigo, no necesito dar de mí para Ti: de Ti puedo recibir.  Amén”. (Martín Lutero)

L: Entregamos delante de Ti, oh Dios, todo aquello que pesa en nosotros, todo lo que nos aparta de Ti y ofende las personas a nuestro alrededor.  Entregamos nuestros pecados y debilidades en tus manos, para que tu amor y tu gracia quebranten nuestro preconcepto, nuestro orgullo, nuestra soledad, nuestra prepotencia, nuestras maldades y acciones violentas.  Sabemos que todo eso te ofende y produce indiferencia y frialdad en las relaciones humanas.  Quebranta y transforma nuestra vida, oh Dios, para que ella esté siempre a tu servicio, en alegría, paz y comunión.  Así cantamos:
             
Canto: Haz lo que quieras, Señor de mí; Tú el alfarero, yo el barro soy;
              Dócil y humilde anhelo ser; Cúmplase siempre en mí tu querer.
Haz lo que quieras, Señor de mí; Mírame y prueba mi corazón;
Lávame y quita toda maldad para que pueda contigo estar.

Absolución
L: Como personas amadas y perdonadas por Dios, que nos acepta por gracia y fe, que nos motiva para ir y no más pecar y nos conduce rumbo a la santificación, somos perdonadas y perdonados, pues así está escrito:  “Ahora bien, Dios, Tu eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero.  Así que obra de tus manos somos.  No te enojes sobremanera, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad.   Míranos ahora, pues pueblo tuyo somos todos nosotros”.  (Isaías 64:8-9 )

Canto: Haz lo que quieras, Señor de mí; Quita mis penas y mi dolor;
              Tuyo es, ¡Oh Cristo!, todo poder: Tu mano extiende y sanaré.
Haz lo que quieras, Señor de mí; Dueño absoluto sé de mi ser;
Del Paracleto dame la unción, y el mundo a Cristo pueda en mí ver.

L: Alabamos a Dios que oye nuestra oración, acepta nuestro pedido de perdón y nos conduce para una vida de santificación diaria, pues conforme a las palabras del Reformador Martín Lutero, recordamos que:
La vida cristiana no consiste en ser personas piadosas, sino en volvernos piadosas.  No consiste en ser saludables, sino en ser personas curadas.  No importa el ser, sino el volverse.  La vida cristiana no es descanso, sino que es una constante práctica.  Aún no somos lo que debemos ser, pero en tales seremos personas transformadas.  No todo ya sucedió y no todo ya fue hecho, pero está a camino.  La vida cristiana no es el fin, sino el camino.  Aún no todo está luciendo y brillando, pero todo está mejorando”. (Martín Lutero)

Gloria
L: Dios nos oye.  Dios nos alcanza con su amor, perdón y cuidado a cada día.  Cantemos loores a Dios que nos conduce por la vida cristiana para pensamientos y acciones de paz, amor y comunión.
C: Glorificado sea tu nombre//    Aleluya /// a Jesús (2x)

Oración del Día:
L: Te alabamos Dios de la vida, que a lo largo de la historia moldeaste hombres y mujeres para servirte.  Te pedimos, moldéanos hoy y siempre para que tu Palabra nos despierte para acciones de paz, inclusión y respeto para con todas las creaturas que surgieron de tus manos.  Que nuestra vida, como un vaso de barro, reciba tu gracia y tu perdón para que transborde en comunión y justicia a favor de tantas personas que se hermanan en la fe, en la esperanza y en el amor.  En nombre de tu Hijo, Jesucristo, oramos. Amén.  


LITURGIA DE LA PALABRA

(La idea es que comentarios de la pieza teatral “Memorias de Catarina”[1] sean recordadas durante el culto, después de la lectura bíblica, durante y después de la predicación, como forma de resaltar el empeño y servicio a Dios de personas que por Dios fueron moldeadas).

L: Aclamemos el Evangelio en pié y cantemos Aleluya, canto dirigido a Dios que significa: “Alabado seas”:
C♪: Aleluya!//// (2x)

Lectura Bíblica: Evangelio de Juan 8.31-36

Canto:

Predicación:
(Los trechos de la pieza teatral podrán ser leídos por diferentes mujeres caracterizadas de Catalina.  El escenario puede tener una mesa con libros, un jardín, una pequeña cocina con grandes jarras o potes de barro.  Los trechos pueden ser intercalados con estrofas del himno Castillo Fuerte u otros)

Comentario de la pieza teatral “Memorias de Catalina”:
“Martín Lutero decía que: “un cristiano es señor libre sobre todas las cosas y no está sujeto a nadie.  Un cristiano es servidor de todas las cosas y sujeto a todos”.  Martin Lutero vivió como  persona libre en Cristo, por eso cambió su nombre de Ludher, con dh, que significa vagabundo, para Luther, con th, que significa liberado.  Por sentirse libre él sirvió a Dios.  Tradujo la Biblia para la lengua alemana e hizo énfasis de que los cultos se realizaran en nuestra lengua para que las personas pudieran comprender lo que estaba siendo predicado y no se dejaran engañar por voces que no eran coherentes con el Evangelio de Jesucristo.  Lutero también presionó los príncipes para que crearan escuelas  en sus territorios y  providenciaran el aprendizaje de la escrita y de la lectura a todo niño y toda niña.  Criticó la ambición de las personas en sus negocios y toda deshonestidad e injusticia en la relación entre patrón y empleados.  Escribió mucho  y ayudó las personas a conocer un Dios que ama y que libera del poder de la muerte y del pecado mediante la fe, sin cualquier mérito personal”.

Catalina: “Fue increíble lo que sucedió!  Quien diría que los escritos del Dr. Martín Lutero entrarían en el Convento Marienthron y que su lectura causaría todo este movimiento.  De hecho, después que leemos que no es necesario servir a Dios en los conventos, sino que Dios llama cada una y cada uno a servirle diariamente, a través de su actividad profesional o estudiantil, no vimos más sentido en permanecer en reclusión!  Lo mismo pensaron monjas  y monjes en otros conventos que también se apartaron de la vida monástica.  En el domingo de Pascua, el día de nuestra fuga, llegamos hasta la ciudad de Torgau y permanecimos allá hasta el martes.  Tres de nosotras encontraron abrigo junto a sus familias allí mismo.  Aunque hayamos sido bien acogidas, inclusive con aplausos  por parte de la población de la ciudad, las personas no querían que permaneciéramos en Torgau porque en aquel principado, quien auxiliase una monja, corría el riesgo de pena de muerte.  Entonces seguimos hasta Wittenberg.”

L: A partir de estos comentarios de la pieza teatral “Memorias de Catalina” y del Evangelio, percibimos que Dios nos transforma en personas libres para amar y servir en cualquier lugar donde estemos. Lo que motiva esta vida de servicio es la comunión y la relación de justicia e igualdad entre las personas que son moldeadas por Dios, sea en casa, en el trabajo, en la Iglesia, en la sociedad en general.
Las 13 monjas del Convento Marienthron actuaron con la seguridad de tener su libertad garantizada para servir a Dios de un modo diferente de aquel enseñado en el siglo 16.  Motivadas por la Palabra de Dios y por los consejos de Martin Lutero ellas actuaron unidas y audaces para servir a Dios también fuera de los muros del convento, en la seguridad de que estaban siendo moldeadas y cuidadas por Dios.
Y Hoy, ¿qué y quién nos motiva a servir?
Otros momentos de la vida de Catalina Von Bora nos recuerdan cuanto ella se dejó moldear en el servicio al Dios de la vida.  Veamos:

Catalina: A los 16 años fui ordenada monja y fue cuando recibí mi hábito.  Nosotras trabajábamos mucho en el monasterio, especialmente en la huerta y en el establo.  Allí aprendí a cuidar de los enfermos y a lidiar con los tés y hierbas medicinales.  Aprendí a leer y escribir y tuve iniciación en latín. También cantábamos y orábamos mucho.  Según él (Martín Lutero), entendimos correctamente que todas las personas son llamadas a servir a Dios a través de la profesión que ejercen, en el día a día.  Siendo así, no es necesario que las personas necesiten vivir en reclusión, en los conventos, aisladas de todo para agradar a Dios.

Canto:

Catalina: Bien, él aún dice que, de hecho, con mucho estudio de la Biblia, percibió que Dios nos salva porque Él nos ama, por causa de su misericordia.  Nada, mas nada menos de lo que hagamos hará con que conquistemos su perdón.  Él nos perdona por gracia, mediante la fe.  Esto está escrito en la carta del apóstol Pablo a los Romanos! 
Martín Lutero, entonces, escogió como marido para mí un pastor, pero a este yo no lo quería.  Envié un recado, por medio de un amigo del Dr. Martín Lutero, diciéndole que con ese tal pastor yo no me casaría de ninguna manera, pero si Lutero quisiera casarse conmigo, yo no me negaría. 
A pesar del miedo que el Dr. Martín Lutero  sentía de casarse, puesto que suponía ser asesinado a cualquier momento, algo sucedió….! Él ya se había manifestado al respecto del matrimonio diciendo ser este un espacio privilegiado para el hombre y mujer servir a Dios.  Nosotros nos casamos en la noche del 13 de junio de 1525.  Martín tenía 42 años y yo 26!

Canto:

Catalina: Bien, nuestro matrimonio fue una bella fiesta en el Schwarzes Kloster, un antiguo monasterio que Martín recibió de la Universidad como vivienda.  En los años siguientes la casa se llenó de vida: Tuvimos tres niñas y tres niños.  También acogimos con nosotros muchos sobrinos y sobrinas.  Martin se ausentaba de casa frecuentemente y muchas veces, por largos períodos, en función de las cuestiones de la Reforma.  Sin embargo, no se olvidaba, de escribir a los niños y niñas siempre que le fue posible. Les traía recuerdos del lugar donde estuviera.  Nuestro grande pesar fue la pérdida, aún bebé, de nuestra segunda hija, Elizabeth.  Esto fue realmente difícil superarlo.  Pero Dios nos concedió muchas alegrías con nuestras hijas e hijos.  Me acuerdo, con nostalgia, de las navidades en familia, cuando nuestras hijas e hijos aún eran niños….!

El conocimiento sobre el uso de hierbas medicinales que adquirí cuando vivía en el Convento me fue de gran valor en diversas ocasiones.  Hasta las personas de la ciudad venían hasta nuestra casa para solicitar auxilio en la enfermedad. 

Cuando Martin viajaba, acostumbraba escribirme cartas sobre diversos asuntos.  Me mantenía a la par de los acontecimientos políticos que envolvían la Reforma, me actualizaba sobre las discusiones teológicas, solicitaba mi opinión al respecto de algún asunto o me pedía para encaminar la publicación de más uno de sus escritos.
Siempre me pareció simpática y amorosa la forma como se dirigía a mí en la introducción de sus cartas.  Por ejemplo: el 7 de febrero de 1546 él escribió (Catalina lee): “Mi querida dueña de casa Catalina Lutero, doctora, comerciante de puercos de Wittenberg, mi graciosa señora, en manos y pies”.  Algunos días después, el 10 de febrero de 1546, escribió nuevamente: “A la santa mujer preocupada, señora Catalina Lutero, doctora mujer de Zülsdorf (esta es la ciudad donde adquirimos tierras que pertenecían a mi familia), mi graciosa, querida dueña de casa”.  En muchas cartas Martín finalizaba con las siguientes palabras: “Martín Lutero, tu querido amorcito”.
Me acuerdo que ni siempre pude asistir a los cultos de mi querido Lutero, pues muchas veces estaba ocupada haciendo visitas a personas ancianas, enfermas, enlutadas, donde también usaba mis conocimientos con hierbas medicinales, tés, pomadas para heridas y dolores reumáticos y técnicas de masaje[2].                           

Canto:

Confesión de Fe (sugerencia)
Creemos en un solo Dios (cantado o leído)
Creemos en un solo Dios, Hacedor de tierra y cielo;
Cual Padre escucha nuestra voz, nos da vida, luz, consuelo.
Nos provee del sustento, campo, hogar y el alimento.
Él nos cuida en cuerpo y alma, nuestra cuita y pena alma
Nos guarda fiel en su bondad, librándonos de la maldad.

Creemos en Cristo Emmanuel, Unigénito del Padre;
Cual nuestro sustituto fiel Él nació de virgen madre.
Del altísimo engendrado, por María a luz fue dado.
Ningún mal ha cometido, su cruz nos ha redimido.
Por su triunfal resurrección nos brinda eterna salvación.

Creemos en el preceptor, Santo Espíritu divino,
Quien nos conduce al Salvador; guiándonos en su camino.
Nuestras almas ilumina, engendrando fe genuina.
Toda transgresión perdona, con sus dones nos corona.
Conserva fiel la cristiandad, le da el cielo en heredad.

Oración General de la Iglesia
L: Gracias rendimos a Ti, Dios eterno, que moldeas la vida de tantas personas, que las llama, las orienta, las conduce para el servicio de amor y gestos de paz en este mundo.   Gracias rendimos por la vida de hombres y mujeres que animaste con tu Santo Espíritu para dar testimonio de tu verdad contenida en la Palabra que nos hace libres para amar y servir.
Intercedemos por tu Iglesia, para que sea siempre reformada y sea moldeada por Ti, siendo espacio de comunión, bienvenida, reposo y consuelo en los momentos difíciles de la vida.  Intercedemos por los liderazgos de la Iglesia, para que sean moldeados para acciones de bondad, misericordia y compasión en sus acciones y decisiones.  Intercedemos para que todas las personas sean valoradas con respecto y dignidad dentro de la iglesia y fuera de ella, para que haya señales de tu Reino entre nosotros.  Señales de civilización, justicia y respeto para con todas las creaturas  que integran tu enorme y diversa creación.
Moldéanos, oh Dios, para que difundamos señales de amor, esperanza y servicio en este mundo.     Moldéanos para que podamos ir al encuentro de las personas que sufren, de las enfermas, enlutadas, menospreciadas, injusticiadas, oprimidas y solitarias.  Moldéanos para que seamos siempre instrumentos de paz, amor y respeto promoviendo gestos de vida y comunión.
Te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo amado.  Amén.

(Se por algún motivo, la Cena del Señor no es celebrada, se concluye la Oración General con el Padre Nuestro)

Canto:


LITURGIA DE LA CENA

Preparación de la Mesa:
L: Nuestras ofrendas en dinero son una señal de gratitud a Dios y de solidaridad para con las personas.  Ofrendando nos colocamos como barro en las manos del Alfarero y nos comprometemos con el servicio y la comunión con Dios y con el prójimo y con la prójima.  Las ofrendas de este culto están destinadas para….

En cuanto cantamos el canto _____ las ofrendas serán recogidas y los elementos de la Cena serán traídos al altar.

Canto:

L: Te alabamos Dios de bondad, por tu actuación amorosa en nuestra vida.  Te alabamos por las dádivas de tu creación, por las ofrendas aquí traídas, por el pan y el fruto de la vid presentes en esta mesa.  Te alabamos por tu amor que nos moldea y nos capacita para servirte.  Que la cena que aquí vamos a celebrar sea una señal concreta de la salvación que tu Hijo Jesucristo nos ofrece.  Que ella nos fortalezca en el testimonio de la verdadera comunión.
C: Amén.
L: El Señor esté con ustedes.
C: Y también con usted.
L: Elevemos nuestros corazones a Dios.
C: Al Señor los elevamos
L: Demos gracias al Señor nuestro Dios.
C: Esto es digno y justo.

Oración Eucarística
L: Oh Dios, Tu que nos moldeas y nos transformas; te rendimos gracias y loor por tu forma amorosa y acogedora de actuar.  Te alabamos porque llamaste a hombres y mujeres y confiaste a ellos y a ellas tu Misión de anunciar y propagar tu Reino de amor, bondad, justicia, respeto y cuidado.  Inscribiste a lo largo de la historia la ley del amor en los corazones humanos e hiciste con que tu pueblo te sirviera y fuera fiel a Ti y a tu querer.  Por eso, oh Dios, tu nombre exaltamos cantando:
C♪: Santo, Santo, Santo, mi corazón te adora.  Mi corazón sabe decir: Santo eres tú.

L: Alabado seas Dios de amor, por tu Hijo Jesucristo, que fue fiel a tu llamado y murió y resucitó por nosotros, por amor al mundo.  Él vino a salvarnos y motivarnos a actuar con señales de servicio, justicia, en diálogo y harmonía con nuestros hermanos y hermanas.

L: Jesucristo tu Hijo, que te sirvió hasta el fin, se reunión con sus compañeros y compañeras de caminada y en la noche en que fue traicionado, tomó el pan y habiendo dado gracias, lo dio a las personas allí reunidas, diciendo: Esto es mi cuerpo, que es dado por ustedes, haced esto en memoria de mí.  Por semejante modo, después de haber cenado, tomó también el cáliz y dijo: Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto todas las veces que bebieres en memoria de mí.

L: Derrama oh Dios de la vida, tu Espíritu de igualdad, fuerza y creatividad sobre nosotros, el mismo que enviaste a tus discípulos y discípulas, a los hombres y mujeres de la Reforma de la Iglesia y a todas las personas que por Ti fueron llamadas y moldeadas a lo largo de la historia.  Envía tu Espíritu de amor y transfórmanos para vivir en comunión.
C♪: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

L: Recordamos Dios de amor, a las personas que sirvieron en tu Iglesia en las generaciones pasadas y en todos los tiempos, dejando marcas de renovación y testimonio de amor entre nosotros.  Reúnenos con ellas en la fiesta de la alegría en el Reino pleno de paz y justicia.

L: como el barro en tus manos, queremos hacer tu voluntad en este mundo, sirviéndote con alegría, coraje, sabiduría y fe, en la seguridad de que la ley del amor domina nuestras mentes, cuerpos y acciones.  A una sola voz, oramos como tu Hijo Jesucristo nos enseñó:

(Sigue como sugerencia la meditación sobre el Padre Nuestro escrito por Katharina Zell[3], en 1558. Puede ser leída en conjunto)

L: Nuestro Padre, que habita en el cielo
C: Él no es llamado de Señor o Juez sino de Padre.  Y desde que Él nos envió su Hijo y nosotros nacimos de nuevo, nosotros debemos llamarlo de abuelo también.  Él debe ser admirado también como una madre que supo de las aflicciones del nacimiento y el placer de amamantar.
L: Santificado sea tu nombre
C: Debemos abrazar eso con respeto, no solo por nuestro comportamiento, los otros abrazaron eso con reverencia.
L: Venga tu reino
C: Que reines en nuestros corazones, alma, cuerpo y consciencia.
L: Hágase tu voluntad
C: Sálvenos de murmurar contra cualquier cruz que reposa sobre nosotros.
L: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
C: Bendice la labor de nuestras manos para que podamos hacer nuestra propia comida y también para los otros.  Danos del pan y del agua de cada día, del cual si alguien come o bebe nunca más tendrá hambre o sed.  Como los granos de trigo se vuelven un pan, que así nosotros podamos unirnos en Cristo, listos para enfrentar con Él la pobreza, dolor y vergüenza.
L: Perdona nuestras deudas
C: Líbranos de los resentimientos cuando somos calumniados y despreciados, como Cristo, que como una oveja que antes de ser trasquilada permanece muda y no abre su boca.
L: Líbranos de la tentación
C: De creer que nosotros fuimos verdaderamente perdonados mientras el rencor permanece y ante la tentación desesperadora de tu misericordia, olvidar que Pedro y María Magdalena fueron perdonados.
L: Líbranos de los demonios
C: Del hambre, de la guerra, escasez y enojo, aunque esta fuera tu voluntad.
L: Pues tuyo es el Reino
C: Cristo debe reinar en el cielo y en la tierra
L: Y el poder
C: Así mismo como liberaste a Israel, libéranos a nosotros.
L: Y la Gloria
C: Así como diste tu soplo para cada cosa que vive, porque tu gloria no tiene fin.
T: Para siempre Amén.

Saludo de la paz
L: Vamos a desear la paz de Cristo que moldea nuestro actuar, pensar y hablar, con un abrazo a nuestros hermanos y hermanas mientras cantamos:
C♪:

L
: El cáliz de la bendición por el cual damos gracias es la comunión en la sangre de Cristo.  El pan que partimos es la comunión en el cuerpo de Cristo.
C: Nosotros aun siendo muchos somos un solo cuerpo!

L: Venid pues todo está preparado. Participemos con alegría de la mesa de la comunión que nos une y fortalece en la misión de la Iglesia.

Distribución de la Cena

Oración Post-Comunión:
L: Dios de bondad, agradecemos por tu misericordia y acogida en tu mesa.  Renueva nuestra fe en la esperanza y en el amor y ayúdanos para que al salir de aquí, el cuerpo y la sangre de Jesucristo nos sustenten en la caminada como Iglesia que vive y celebra la comunión.  Moldea la vida de hombres y mujeres para un mundo solidario, justo y amoroso.  Es lo que te pedimos en nombre de Jesucristo, tu Hijo amado, nuestro salvador.
C: Amén.


LITURGIA DE SALÍDA

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Canto Final

Bendición
Como barro en las manos del Alfarero, Dios te bendiga!
Como barro moldeado por el Alfarero, Dios te use!
Como vaso nuevo, Dios te revigore para el servicio del amor y alegría!
Como vaso de barro, Dios te moldee siempre para una vida de comunión!
Así te bendiga el Dios que te creó, te moldeó y te sustenta para ser vaso nuevo en tu casa, en la Iglesia, en la sociedad, en cualquier lugar donde estés.

Envío
Que el Dios eterno, creador y modelador de vidas nos guíe para servirlo con amor y alegría, hoy y siempre.  Un día muy bendecido y vayan en la paz del Cristo Resucitado, con la fuerza del Espíritu vivificador. Amén.

Postlúdio


Liturgia elaborada por la Pa. Cristina Scherer
São Francisco do Sul – Santa Catarina – Brasil
Uma iniciativa de la Red de Mujeres y Justicia de Género de las Iglesias Luteranas de América Latina y Caribe filiadas a FLM.



[1] A Peça Teatral “Memórias de Katharina” foi escrita pela Pa. Ms. Scheila dos Santos Dreher e está disponível no Portal Luteranos no endereço: http://www.luteranos.com.br/conteudo_organizacao/confessionalidade-luteranos-em-contexto/memorias-de-katharina

[2] del Libro: Katharina Von Bora – uma biografia, de Heloisa Gralow Dalferth, Editora Otto Kuhr, 2014, p.43-44.

[3] Para saber mais sobre Kathrina Zell veja matéria sobre “O Movimento da Reforma e a Participação das Mulheres” no blog: http://redemulheresluteranas.blogspot.com.br/p/estudo-biblico-teologico.html

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