RED DE MUJERES Y JUSTICIA DE
GÉNERO DE AMÉRICALATINA Y CARIBE
FEDERACIÓN LUTERANA MUNDIAL
LITURGIA
Día de las Madres – 10/05/15
PRELÚDIO
BIENVENIDA
Sean todas
bienvenidas y sean todos bienvenidos, en este día especial,
porque nos reunimos en comunidad y porque celebramos hoy un día dedicado a las
madres.
Saludo a
todas las personas que nos visitan hoy.
CANTO:
INVOCACIÓN: En nombre de Dios que, como buen
padre y buena madre, nos atrae con lazos de ternura; en nombre de Jesucristo,
que acoge a las personas rechazadas y también nos acoge a nosotros y nosotras;
en nombre del Espíritu Santo, que nos motiva y anima a ir al encuentro de
nuestras hermanas y nuestros hermanos.
C: Amén
CONFESIÓN DE PECADOS: “Si confesamos nuestros
pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de
toda maldad”. Porque anhelamos su perdón, porque anhelamos una vida
transformada y renovada, confesamos nuestros pecado:
Dios,
creador de la vida, en tu presencia reconocemos que pecamos en pensamientos,
palabras, en acciones y omisión. No somos fieles a tus enseñanzas, no amamos a
las personas que están a nuestro entorno y muchas veces no nos amamos a nosotras mismas, nosotros mismos. Como
hijos e hijas, reconocemos que no respetamos a nuestra madre como deberíamos.
Como madres reconocemos nuestra falta de tiempo, de paciencia y de coraje para
vivir una vida feliz, respetando el tiempo de nuestros hijos y nuestras hijas.
Por eso, rogamos, diciendo juntos:
C. ¡Perdón,
Señor, perdón!
ANUNCIO DE
GRACIA:
El profeta
Isaías nos recuerda lo que Dios dice: “Como alguien que la madre consuela, así
yo os consolaré; y en Jerusalén seréis consolados”. Por lo tanto, quién
confiesa sus pecados y se arrepiente, alégrese. Sus pecados son perdonados. Esto les anuncio en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Por su gran amor,
alabemos a Dios:
C: Alabemos todos juntos el nombre del Señor…
KYRIE: Entre los gritos de socorro y los
gemidos de sufrimiento, en todo el mundo, oímos la voz de muchas madres. Seamos
personas solidarias y clamemos con ellas.
L: Por las
madres que ven a sus hijos e hijas perder la vida en las guerras, por aquellas
que lloran la ausencia de hijos e hijas desaparecidos, por aquellas que ven sus
niños y niñas explotados sexualmente o que están en el mundo de las drogas y
del alcohol, y no logran ayudar sus hijos y sus hijas;
L: Por las madres que no les alcanza el dinero
para sostener a sus hijos e hijas, y que muchas veces están solas en la tarea
de cuidar sus niños y niñas;
L:Por las madres que sufren violencia dentro de
su casa, por parte del marido y hasta de sus hijos, y gastan mucha energía
solamente para sobrevivir;
L: Por las madres que fueron olvidadas por los
hijos e hijas, por aquellas que están enfermas o no recuerdan más quien ellas
son;
L: Por las madres que no saben ser madres, que no
protegen sus hijos e hijas.
L: Por las madres que en este día cargan en sus
brazos un hijo, una hija enferma;
L: Por las mujeres que desean mucho la
maternidad, pero que no logran tener un hijo o una hija en su vientre;
L: Por las madres que recuerdan con nostalgia y
dolor la perdida de una hija querida, de un hijo querido;
L: Por todas ellas y por todas las personas que sufren, clamemos
cantando:
CANTO: (corto)
GLORIA: Dios oye nuestra alabanza y
nuestro clamor y está presente en la vida de las personas que gimen y gritan
por amor y justicia. Dios nos orienta con su Palabra y nos fortalece en la
comunión. Por eso es que glorificamos su nombre cantando:
C:Gloria
ORACIÓN DEL DÍA: Dios, fuente de vida. Nosotros y
nosotras te agradecemos por este día que nos regalaste. Bendiga a cada uno y
cada una de nosotros, abriendo nuestro corazón, nuestros oídos y nuestra mente
para oír tu Palabra y dejemos que ella nos transforme. Por Jesucristo, nuestro
hermano y salvador. Amén.
CANTO:
PRIMERA LECTURA BÍBLICA: Salmo 98
SEGUNDA LECTURA
BÍBLICA: 1 Juan 2.1-6
ACLAMACIÓN
DEL EVANGELIO: Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a
mi camino. (Sl 119.105)
C: Aleluya
LECTURA DEL
EVANGELIO DE: Juan 15.9-17
PREDICACIÓN:
(sugerencia en anexo)
CONFESIÓN
DE FÉ
CANTO:
(también se puede recoger ofrendas):
ORACIÓN DE INTERCESIÓN: Dios de
amor, de bondad, fuente de vida. Nosotros y nosotras nos acercamos a ti con la
seguridad que tu oyes nuestras oraciones;
Te
agradecemos por todo el amor que nos concedes. Te agradecemos por las madres
que con cariño y mucho amor, cuidan para que sus hijos e hijas vivan en un
ambiente de seguridad, paz, salud y justicia.
Te
agradecemos por la vida de cada una de nosotras
y cada uno de nosotros, por las dadivas concedidas. Agradecemos por la
amistad y por el cariño de amigas y amigos.
En este día
dedicado a las madres, oramos por todas las madres, para que puedan ser todos
los días, las mejores madres;
Oramos por
todas las madres que no saben ser madres, que no tuvieron tiempo para
prepararse o no tienen condiciones de ejercer la maternidad dignamente; dales
sabiduría, oh, Dios.
Oramos por
todas las madres que en este día con tristeza y nostalgia recuerdan a sus hijos
e hijas que ya partieron de esta vida; dales tu consuelo.
Oramos por
todos los hijos e hijas que recuerdan con nostalgia y tristeza la madre que ya
partió de esta vida; dales tu abrazo.
Oramos por
todas las personas que sufren, por las enfermas, por las deprimidas, por las
solitas o abandonadas; dales esperanza.
Oramos por
todas las familias enlutadas, especialmente por…. Nosotros creemos oh Dios, que
tu eres un Dios de amor y que nada, ni la
muerte, nos puede separar de tu amor. Toma estas familias en tus brazos,
dales paz, consuelo y esperanza.
A tus
cuidados entregamos nuestras vidas, confiados que tu oyes nuestra oración.
Amén.
OFERTORIO Y
ORACIÓN EUCARÍSTICA
L:
Bendito seas, Dios creador, por el pan, fruto de la tierra y del trabajo, que
aquí te traemos.
C: Bendito
sea por siempre.
L: Bendito seas, Dios creador, por el vino fruto
de la tierra y del trabajo, que aquí te traemos.
C: Bendito
sea por siempre.
L: Así como las espigas que estaban dispersas por
el campo y las vides que estaban dispersas por la colina, se reunieron en el
pan y el vino sobre la mesa , así también, Señor, seamos nosotros reunidos y
reunidas, desde los confines de la tierra, en tu Reino por Cristo, nuestro
Señor.
C:
Amén.
L: El
Señor este con vosotros
C: Y
también contigo
L:
Elevad los corazones
C: Al Señor
los elevamos.
L:
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
C: Eso es
digno y justo.
L: Si, es digno, justo y es nuestro deber que en
todo tiempo y lugar te rindamos gracias, oh Dios, por Jesucristo, nuestro
Señor, pues, como una buena madre, cuida de nosotros y nosotras, nos orientas y
educas. Por eso, con toda tu iglesia y los coros celestiales, alabamos y
adoramos tu glorioso nombre:
C: Santo, Santo, Santo….
L: Te damos gracias, Dios nuestro, que viniste a
nosotros en Jesucristo, tu Hijo, nacido de mujer humilde, y que a lo largo de
su ministerio, supo tratar a las mujeres y madres y de una forma respetuosa,
acogedora, cariñosa, oponiéndose a las costumbres opresoras de la época.
C: Él vino a salvarnos.
L: En la noche en que fue entregado, El, nuestro
Señor Jesucristo, tomo el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a todas las
personas que con Él estaban, diciendo: Tomad, comed; este es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.Asimismo, después de cenar,
tomó también la copa, dio gracias y lo compartió, diciendo: “Bebed de ella
todos, porque esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, derramado a favor de
vosotros, para remisión de los pecados. Haced esto, todas las veces que la bebais,
en memoria de mí”.
C: Anunciamos, Señor, tu muerte y proclamamos tu
resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
L: Envía, Dios de amor, el Espíritu de vida y de
amor, el mismo que tu Hijo envió a sus discípulos y discípulas, para que,
compartiendo el pan de vida y el cáliz de salvación, seamos en Cristo, un solo
cuerpo que anuncia la esperanza.
C: ¡Oh ven,
Espíritu Santo!
L: Recordamos a todas las madres que ya partieron
y esperamos reunirnos con ellas en la fiesta de la alegría preparada para tu
pueblo en tu presencia, con tus profeta, profetizas, apóstoles y mártires, y todos
los que viven en tu amistad, proclamamos tu loor y anunciamos la felicidad de
tu Reino, la cual en Cristo nos convidaste.
C:Por
Cristo, con Cristo y en Cristo.
L: Como la madre abraza, acaricia, amamanta y
cuida de su hijo e hija, Dios nos abraza, acaricia, nutre y cuida de nosotros y
nosotras. En Dios, por lo tanto, nos reconocemos y somos hermanos y hermanas.
Por eso oramos:
C:
Padrenuestro….
GESTO DE LA
PAZ
L: El cáliz que bendecimos es la comunión de la
sangre de Cristo; el pan que compartimos es la comunión del cuerpo de Cristo.
C:
Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo.
L: ¡Venga, pues todo está preparado!
Distribución de la comunión:
ORACIÓN POST-COMUNIÓN:
Dios, que
cuida de nosotros cual padre y madre, te agradecemos porque nos restauras a
través de la comunión del cuerpo y sangre de tu Hijo. Concédenos en tu bondad,
que esta cena nos fortalezca en la fe en ti y en la disposición de vivir con
paz y justicia. Por Jesucristo nuestro, Señor. Amén.
HIMNO:
BENDICIÓN:
La
bendición del Dios de Sara, Abraham y Agar, la bendición del Hijo, nacido de
María, la bendición del Santo Espíritu de amor, que nos cuida con cariño como
una madre, este siempre con nosotros y nosotras. Amén.
ENVÍO
L: Vayamos en paz y celebremos este día con
gratitud y alegría.
C.
Demos gracias a Dios.
ANEXO
Subsidio para la
predicación, adaptado de PL 39
Meditación: Juan
15.9-17
Jesús no habla con las
persona a su alrededor de arriba hacia abajo. Jesús les habla como un amigo.
Recuerda lo que es importante en una amistad, la entrega incondicional por la
otra persona y la lealtad por ella.
Llama la atención la
radicalidad del texto, “nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga la vida
por sus amigos” (13). Poca gente hoy necesita tomar esta decisión. Jesús la
experimento. Jesús prefirió perder su vida que negar a Dios y sus amigos y amigas.
Jesús hizo eso de una sola vez, y lo hizo por nosotros y nosotras.
Muchas madres entienden,
y así lo aprendieron en la sociedad patriarcal,que ser madre es entregar su
vida por los hijos e hijas. Aprendieron que al ser madres dejan de ser mujeres.
Es necesario tener mucho cuidado para que ligeramente no relacionemos el amor y
la amistad de la cual Jesús nos habla, con las madres. Es verdad que la
maternidad exige sacrificios.
Quien escoge ser madre y se preparó para ello,
asume la responsabilidad de poner las necesidades de su bebe por encima de
todas las cosas. Cuando eso no sucede, hay problemas y consecuencias serias.
Pero eso no necesita ser visto como “dar la vida”. No necesita ser exaltada
como la cosa más difícil del mundo. Si, es difícil, en agotador, cansa, a veces
molesta, pero no es eso la maternidad.
Ser madre, para quien decide ser madre, para quien
estaba preparada para ser madre, es algo maravilloso, una bendición que usted
no puede medir.
Ser madre es algo que cambia la vida de cada mujer
y de cada hombre, porque siempre que hay una madre, también hay un padre.
Necesitamos también recordar que no todas las
mujeres nacieron para ser madres, no todas quieren ser madres, no todas
consiguen ser madres y ni todas necesitan ser madres. Podemos ayudar para que
este día sea una celebración de vida, o podemos causar que este día sea una
verdadera tortura para todas aquellas mujeres que por una u otra razón no son
madres.
Buscar las palabras sabiamente en este día es muy
importante. Es necesario sabiduría para recordar con cariño el don de dar a luz
y la importancia del amor y cuidado de una persona con esta tarea. Pero también
es necesario mantener un saludable equilibrio con la idea de que ser madre no
es profesión y que la maternidad hace mucho tiempo dejó de ser el único sueño
de muchas mujeres.
Es necesaria sabiduría para no romantizar la
maternidad y mucho menos atribuir un sentimiento de culpa mayor sobre las
madres, en el caso que las cosas no salieron bien con los niños, con las niñas.
Las madres ya se sienten culpables en la mayoría del tiempo. No necesitan que
nadie les refuerce esa idea, mucho menos en nombre de Dios.
Podemos rescatar aquí las palabras del v.16 “No me
elegisteis vosotros a mí, sino yo os elegí a vosotros”. En la maternidad también
no es posible escoger que “tipo” de hijo e hija vamos a tener, o como va ser
cuando crezca. No son los hijos e hijas que escogen madres y padres, pero son
mujeres y hombres que escogen, en la mejor de las hipótesis, ser madres y
padres.
(…)
Las madres no vienen hechas y no son perfectas. Las
madres se equivocan. Las madres se cansan. Las madres necesitan de tiempo para
ellas solitas. Tienen sueños que no incluyen los niños y niñas y, a pesar de
todo eso, son madres que aman sus hijos e hijas. Usando las palabras del texto,
permanecer en el amor no es quedarse pegado todo el tiempo, todo el tiempo
dedicadas solamente a sus hijos e hija. Permanecer en el amor es volar sus
propios sueños y dejar a los hijos y las hijas hacer lo mismo. No me estoy
refiriendo con esto al abandono que muchos niños y niñas sufren ni a permitir
que los jóvenes tomen decisiones cuando aún no están preparados para hacerlo.
El día de las madres no puede ser un día para
glorificar a las mujeres ni para sobrevalorizarlas por el sacrificio que hacen
por los hijos e hijas.
Así como en el texto, Jesús presupone que ya hay
una amistad entre él y la comunidad. Jesús pide que se amen los unos a otros,
las unas a las otras. En la familia también es así. Ya hay un amor entre las
personas, ellas necesitan solamente que se les recuerde ese amor. Y no aquel
amor de un día, de dar regalos caros y después olvidarse el resto del año. Amar
es permanecer en el amor. Es amar cuando aun la otra persona no sabe que es
amar. Amar es valorarse. Por ser madre no es necesario sufrir todo callada,
soportar violencia. Ser madre y padre es enfrentar una aventura.
Aventura no es escalar montañas
No es cruzar desiertos
No hace falta valentía
Aventura no es saltar del avión
No es bajar cascadas
No es necesario tortura
Aventura no es comer animales vivos
No es beber aguardiente
No es necesario angostura
Aventura no es amor en castillo
No es correr de ferrari
No es necesario frescura
Aventura es todo lo que hace
a una persona volverse capaz
de renunciar a la locura
aventura es ser madre y padre.
Martha Medeiros
Imágenes de la predicación:
La imagen de amistad entre Jesús y la comunidad es
lago bien interesante, también cuando sucede que el culto está dirigido al día
de las madres. Una imagen seria rescatar la necesidad de amistad entre las
personas, también entre las madres. No es fácil ser madre. Hay momentos de duda
y desespero en todas las etapas. Tener la compañía de otras mujeres, madres y
no madres, ayuda a mantenerlas sanas, perspectiva, esperanza. Tener la compañía
de amigas ayuda a no sentirse culpada todo el tiempo. Gestos de amistad entre
mujeres puede ser algo diferente para ese día. Pueden decir que ser madre es
una decisión que no necesita acabar con otros sueños y perspectivas de la vida.
Red de Mujeres y Justicia de Género de las Iglesias Luteranas filiadas a FLM
Liturgia
preparada pela Pa. Ma. Marcia Blasi
São Leopoldo-RS - Brasil
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